Como una escultura de barro, el edificio irá tomando forma de una manera gradual, añadiendo y quitando volúmenes.
Conseguiremos que el proyecto tenga un aspecto suave, rústico y casi espontáneo.
Apoyado en referencias que tengan ese espíritu natural, de materiales muy sencillos y económicos para conseguir un proyecto diferente, atractivo y sensual.
El proyecto refleja la honestidad y sencillez de las arquitecturas yucateca y la africana, con sus tonos cálidos, sus texturas naturales, y su relación entre el interior y el exterior.